CENTRO DE DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO

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lunes, 26 de mayo de 2014

Zonas Erógenas

El principal enemigo para una sexualidad adulta y racional
es la ignorancia, que trae una serie de problemas y
frustraciones, tanto para el individúo como para la pareja:
impide como personas, dificulta las relaciones, en
especial en el matrimonio; crea complejos personales; trae
embarazos no deseados; viene acompañada de problemas,
como la impotencia o desviaciones sexuales. Para que una
sexualidad. sea "plena" y madura es necesaria una adecuada
información y un nivel de madurez personal importante.
Las zonas erógenas son las diversas partes del cuerpo
humano capacitadas:especialmente para recibír o, transmitir
estímulos sexuales. Se emplean aqui todos los sentidos,
pero sobre todo el del tacto, Una descripción de las zonas
erógenas del hombre debería, incluir las la zona genital, los
labios y la lengua, las orejas, el cuello, las tetillas, la
cintura, los muslos, las manos, el codo. En la mujer, el
placer es mayor si las caricias se concentran en
determinadas zonas, la boca, los labios, los senos; las orejas,
el cuello, los hombros, el monte de Venus.
Para mí. el contacto del cuerpo es más importante
que los orgasmos. Un buen beso, una sonrisa, tocarse en
medio de la noche, oír el latido del corazón y la respira-
ción. los ojos (¡los ojos!) y las palabras que se dicen des-
pués de hacer el amor, hacen del sexo algo muy especial.
Un abrazo intenso y un ‘te quiero’ y ‘ te querré’ y ‘lo eres
todo para mi’ y ‘aquí está mi corazón y mi alma’. valen
más que todo el oro del mundo. Un abrazo apasionado y
de corazón puede ser superior a un orgasmo». Estas pa‘-
labras, entresacadas del Informe Hite, expresan la im-
portancia que pueden tener la  conversación y las
caricias para muchas mujeres e incluso para muchos
hombres.
En la caricia intervienen varios elementos. En primer
lugar. la finalidad de la caricia es la expresión de un
afecto y la consecución ¿del deleite sexual. Cuando acari-
ciamos. manifestamos a la otra persona amor y cariño o
aceptación. En la relación de la pareja la caricia tiene,
ademá, un componente sexual importante, tanto de ex-
citación en vistas a la culminación del placer sexual,
como de finalidad en sí misma, o sea, la caricia por la
caricia. porque es agradable y placentera.
Según lo dicho anteriormente. existiría la caricia afec-
tiva. la caricia sexual y la afectivo-sexual. La caricia
afectiva se da cuando nos relacionamos con los família-
res, los niños, los animales, etc. Con ella se comunica
cariño, amor, se da seguridad, se consuela; La caricia
sexual mira más directamente a la estimulación y la exci-
tación sexuales y puede realizarse, como hemos indicado
antes, sin vistas al orgasmo o como una preparación para
el coito. Este tipo de caricias en estado puro es menos
frecuente y suele darse más la afectivo-sexual. ya que en
toda relación de pareja suele haber un componente afec-
tivo. que es extraordinario cuando existe un amor pro-
fundo.
La sociedad pone innumerables impedimentos al con-
tacto fisico y a la caricia. La gente incluso está en guar- .
dia para eliminar cualquier elemento erótico en la caricia
afectiva. Los contactos muy tiernos e íntimos entre pa-
dres e hijos cuando éstos son pequeños. llegan a espa-
ciarse y a desaparecer cuando se convierten en adoles-
centes. Se rechaza todo atisbo erótico en este sentido y
cuesta reconocerlo. Aunque en el ser humano haya un
componente sexual implícito en las relaciones con los
familiares. culturalmente lo negamos. Cuando una madre
contempla el cuerpo bien formado de su hijo joven, o
un hermano y una hermana se pellizcan en ciertas
zonas, hay un elemento erótico más o menos ligero, que
hay que reconocer y que en modo alguno indica per-
versidad.
La caricia-sexual o erótica se distingue por las siguien-
tes características: la finalídad de la caricia, que es la ex-
citación y el placer; la zona acariciada, que puede ser la
cara o las manos en la afectiva, mientras que la erótica se
desborda y llena todo el cuerpo como un torbellino, fi-
jándose en especial en las zonas erógenas y se dirige,
según progresa la caricia, a los órganos sexuales. La ca-
ricia erótica suele ser rítmica y repetitiva: se estimula
una y otra vez la zona elegida, hasta que se comprende
que tocar esa zona ya no es efectivo, pasando a otra
nueva, para volver luego a la anterior, o bien se persiste
en una determinada, si se trata de conseguir el clímax, en
cuyo caso será generalmente en el clítoris o en el pene.
La intensidad dela caricia sexual es variable: al principio
es suave y luego se va incrementando su fuerza, puede
volverse nuevamente a la suavidad o continuar en inten-
sidad creciente. Cuando se llega a cotas elevadas de
excitación sexual, la estimulación puede hacerse do-
lorosa.
¿Cuáles son los órganos que se pueden acariciar? La
respuesta es: todo el cuerpo. Conviene emplear es-
pecialmente las manos y brazos, la nuca y los dien-
tes, la lengua y los labios, los senos de la mujer y
las tetillas del hombre, el pene, piernas y pies, el ab-
domen. Las zonas erógenas darán un placer más in-
tenso.
Hay un problema que preocupa a algunas mujeres:
cuando comienzan a acariciarse con su pareja, parece
que el hombre quiere llegar siempre en seguida al coito,
mientras que ellas estarían muy a gusto prodigándose ca-
ricias de todo tipo, que las hacen sentirse muy felices.
Por otra parte, si es la mujer quien las comienza, el varón
interpreta que ella quiere, el coito, cuando no siempre es
así. Realmente, la causa de estos malentendidos es la
mala información o formación sexual y la mala comuni-
cación entre los amantes. El hombre debe conocer a su
pareja y darse cuenta cuando ésta desea unos momentos
de solaz y ternura y cuándo quiere ser excitada hasta el
orgasmo. Es una cuestión de delicadeza y de atención
por parte del hombre, que debe tratar de conjugar sus
deseos con los de su compañera, obteniendo así un bene-
ficio mutuo. Hay tiempo para el coito, tiempo para la
caricia y tiempo para la caricia larga que precede al
coito. Todo debe caber en la vida de relación sin que un
elemento anule a los demás, pues en ese caso sobreven-
drán en seguida el aburrimiento o la frustración, echando
por tierra toda armonía o interés.

1 comentario:

  1. Todavía no puedo creer que no sé por dónde empezar, me llamo Juan, tengo 36 años, me diagnosticaron herpes genital, perdí toda esperanza en la vida, pero como cualquier otro seguí buscando un cura incluso en Internet y ahí es donde conocí al Dr. Ogala. No podía creerlo al principio, pero también mi conmoción después de la administración de sus medicamentos a base de hierbas. Estoy tan feliz de decir que ahora estoy curado. Necesito compartir este milagro.. experiencia, así que les digo a todos los demás con enfermedades de herpes genital, por favor, para una vida mejor y un mejor entorno, póngase en contacto con el Dr. Ogala por correo electrónico: ogalasolutiontemple@gmail.com, también puede llamar o WhatsApp +2348052394128

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