CENTRO DE DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO

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lunes, 26 de mayo de 2014

La segunda edad


La juventud no es una etapa de la vida, es un es-
tado mental. No es enteramente cuestión de mejillas
maduras, labios rojos y rodillas flexibles, es temple de
la voluntad, cualidad de la imaginación, vigor en las
emociones.
Nadie envejece tan sólo por vivir un número de años.
La gente envejece sólo cuando abandona sus ideales. Tú
eres tan joven como tu fe, tan viejo como tus dudas. Tan
joven como tu confianza en ti mismo, tan viejo como tus
temores. Tan joven como tu esperanza y tan viejo como
tu desesperación. En el interior de cada corazón hay una
cámara de registro, y mientras ésta reciba mensajes de
belleza, esperanza, alegría y coraje... eres joven.
Cuando los alambres han caido y tu corazón está cu-
bíerto con las nieves del pesimismo y el hielo del escepti-
cismo, entonces y sólo entonces... eres viejo.
R. Kipling
Pasada la curva de los treinta —decia Ortega y Gas-
set—— el hombre ve su horizonte vital de otra manera. No
lo ve caótico y tumultuoso como lo viera a los 20 años.
Tampoco lo ve en descenso, como seguramente lo verá
más tarde. Si no fuera exagerado, podríamos hablar de
plenitud.
¿Qué significa edad madura? Todos los autores están
de acuerdo, al referirse a la edad madura, en que es el
período de la vida que abarca desde los 35-40 años hasta
los 60 aproximadamente, y el grupo de científicos socia-
les que integran el Consejo de Investigación de Ciencias
Sociales de EE.UU. sostiene que la madurez abarca des-
de los 40 hasta los 60 años.
Sin embargo, la edad es un concepto muy relativo.
Para una joven de 19 años, un joven de 24 es viejo, para
una mujer de 45 años, un hombre de 40 es joven. Para
una sociedad que valora la sabiduría que da la vejez, una
persona de 40 años es aún inmadura, mientras que para
una que valora la juventud, una persona de 40 años ya es
vieja.
En lo que concierne al sexo, la madurez se verifica
algunas veces antes en la mujer que en el hombre, mien-
tras que la juventud de ella es, con frecuencia, más valo-
rada que la de él. Pero, según las estadísticas, los hom-
bres mueren antes. Es verdad que los hombres maduran
primero, mientras que las mujeres duran más, en térmi-
nos de años y de vigor sexual. Sin embargo, la mujer
madura en nuestra sociedad está relegada y desvalori-
zada, mientras que la segunda edad del varón tiene una
serie de atractivos que no se le conceden a la mujer ma-
dura.
La madurez tanto del hombre como de la mujer es más que
nada una actitud ante la vida. Nadie puede evitar enveje-
cer, pero lo importante es saber cómo vivir una cons-
tante juventud y esto se puede lograr adoptando diferen-
tes actitudes ante la vida. Para una persona de 60 la de 40
es joven, pero no podemos considerar vieja a una per-
sona de 60 si tiene salud y alegría de vivir.
Hay mucho tiempo para envejecer, por ello la edad
madura puede eventualmente abarcar hasta un cuarto de
siglo. Muchas lenguas incluso, utilizan palabras bien dis-
tintas para la madurez y para la vejez. Debemos deste-
rrar definitivamente el tópico de que la madurez es el
principio de la vejez. Además de otros atractivos que
tiene esta época de la vida en la madurez la vida se vive
en toda su plenitud tanto fisica como psíquica y sexualmente.
Es una época en la que se repasan actos y valores, se adop-
tan nuevos roles, es el momento de reconocer que la vida
tiene sus limitaciones y que el tiempo es valioso, y, por
tanto, hay que aprovecharlo al máximo.
En estos años la vitalidad es la misma, entonces, ¿por
qué existen temores al llegar a los cuarenta años? El pro-
blema reside únicamente en la equivocada psicosis del fin
y que viven el hombre y la mujer: a los 40 años no tiene
por qué pasar nada especial. La mujer vive (o puede ví-
vir) una etapa enriquecida de su vida y el hombre lo
mismo. Sexualmente la pareja está más compenetrada, es
la etapa de la reafirmación de la sexualidad madura y de
la plenitud sexual y esta madurez tiene un paso inequí-
voco de ternura, que también es sensualidad. En las rela-
ciones de pareja hay dos notas muy significativas: la
comprensión y la tolerancia.
Estudio antropológico o histórico
Diversas sociedades tienen definiciones diferentes para
la madurez; todo depende de los papeles que hay que
desempeñar.
Los hombres generalmente no tienen problemas al res-
pecto pues en casi todas las "culturas y sociedades se va-
lora enormemente su madurez, ya que es un símbolo de
sabiduría, experiencia, poder económico y politico, etc.,
lo que viene apoyado por el hecho de que puede procrear
hasta el final de sus días. Sólo en las sociedades en las
que se valora la fuerza física, el hombre maduro queda
relegado.
Sin embargo, los roles sociales de las mujeres maduras
en distintas culturas y períodos históricos contrastan de
forma radical con la visión limitada que existe de las mu-
jeres maduras en nuestra sociedad.
En la cultura «pop» occidental, la imagen ideal del
atractivo sexual femenino es el de la chica joven, del-
gada, alta y bella. Se le da tanto valor a estas cualidades
que se considera «natural» que un hombre se sienta
atraído físicamente hacia la mujer que posea estas cuali-
dades. Pero esto no ocurre en todas las sociedades. Para
los tradicionales de Nigeria, por ejemplo, las niñas
debían ser aisladas del grupo durante la pubertad, antes
de poder anunciar públicamente que estaban listas para
el casamiento. Durante este período de aislamiento, las
jóvenes no podían trabajar y estaban sobrealimentadas;
se las engordaba para su presentación. Cuanto más gor-
das se ponían tanto más apetecibles eran a los ojos de su
posible pareja. Los indios Papagos, del sudoeste de los
E.E.U.U., tienen tendencia a preferir a las mujeres gor-
das, mientras los Apaches las prefieren delgadas. Esto en
cuanto a apariencia física.
Respecto a la cuestión de la edad y el sexo, también
podemos decir que la idea de que la mujer mayor no es
deseable es un tópico de nuestra sociedad únicamente,
ya que existen otras culturas que nos indican que no hay
nada «natural» en el hecho de que se prefiera la mujer
joven a la mujer mayor. Es decir, las ideas sobre el atrac-
tivo sexual pueden invertirse en lo que concierne a la
edad. Entre los Lovedus tradicionales, un pueblo Bantú
del sur de África, los casamientos se realizan entre per-
sonas de edades similares. Tal como sucede general-
mente en todas las sociedades, estos casamientos se lle-
van a cabo no sólo para establecer relaciones entre un
conjunto de familias sino también a los efectos de la pro-
creación. Los Lovedus aceptaban el hecho de que las
aventuras sexuales y las compatibilidades podían bus-
carse fuera del matrimonio; por ello eran las personas
casadas, y no las solteras, las que podían tener amantes.
Significativamente, era la mujer mayor la que tenía, con
frecuencia, relaciones con jóvenes casados.

1 comentario:

  1. Todavía no puedo creer que no sé por dónde empezar, me llamo Juan, tengo 36 años, me diagnosticaron herpes genital, perdí toda esperanza en la vida, pero como cualquier otro seguí buscando un cura incluso en Internet y ahí es donde conocí al Dr. Ogala. No podía creerlo al principio, pero también mi conmoción después de la administración de sus medicamentos a base de hierbas. Estoy tan feliz de decir que ahora estoy curado. Necesito compartir este milagro.. experiencia, así que les digo a todos los demás con enfermedades de herpes genital, por favor, para una vida mejor y un mejor entorno, póngase en contacto con el Dr. Ogala por correo electrónico: ogalasolutiontemple@gmail.com, también puede llamar o WhatsApp +2348052394128

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