CENTRO DE DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO

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jueves, 22 de mayo de 2014

CAPITULO I

Siendo el amor una de las más profundas y radi-
cales experiencias que llegan a conmover a la persona a
lo largo de la existencia, se convierte en la clave para
poder desentrañar los secretos del destino de cada cual.
En él bebe la inspiración de los poetas, la creatividad del
artista y las más apremiantes necesidades humanas. Sen-
timientos, misterio, aspiración, fuerza divina, comunica-
ción, pasión, siempre en el centro de la vida de las per-
sonas, las culturas y las civilizaciones haciendo posible,
según la idea que de él predomine, mil formas distintas
de entender y vivir la existencia.
Tradicionalmente se distinguen cuatro clases de amor,
de distintas dimensiones y significados. La más inme-
diata y vinculada a la estructura biológica del hombre es
el sexo, sobre cuya actividad descansa la procreación, la
continuidad de la especie. Una segunda forma es el
«eros», entendído en sentido general como impulso hacia
toda forma de creatividad, de fertilidad, que nos dirige
hacia aspectos más elevados del ser y de la relación. El
amor fraternal o «philia» hace posible la amistad y la re-
lación de igualdad y reciprocidad entre unos y otros. Fi-
nalmente el «ágape o caritas» que sería la forma más su-
blime de entender el amor, cuyo prototipo es el amor de
Dios por las criaturas, y que en el hombre hace posible la
experiencia mística y religiosa, y dedicar la propia activi-
dad y esfuerzo en favor del bienestar del prójimo. Toda
experiencia humana de auténtico amor es una mezcla, en
proporciones variables, de estas cuatro ya citadas.
En los momentos actuales asistimos a una revaloriza-
ción del amor, formulado de forma imprecisa, ambigua
muchas veces, La represión sexual ha cedido ostensi-
blemente y sin embargo las cosas siguen sin gustarnos.
Parece ya dicho todo lo que podría decirse del amor,
pero el hombre moderno —apresurado e inmaduro- si-
gue sin entender que es más interesante, divertido y,
desde luego, mejor para la salud, hacer el amor, y no la
guerra. Este, que venía siendo el canto a la vida de los
jóvenes contestatarios desde los años sesenta, sigue
siendo en nuestros días una apremiante necesidad.
Pero, ¿de qué clase de amor estamos tan necesitados?,
¿no parece un contrasentido afirma a un mismo tiempo la
erotización y sexualización de la vida moderna y la
falta de amor? ¿no es acaso la sexualidad una forma,
muy natural y humana de vivir el amor? Efectivamente
esto último es cierto pero, así como en la Antigüedad da-
ban por descontado el sexo y la lujuria (aceptándolo
como elemento imprescindible de la vida de sus gentes y
ocupándose de su realización más satisfactoria). Sólo en
la era contemporánea hemos conseguido escoger el sexo
como nuestra principal preocupación y le hemos exigido
soportar el peso de las otras formas de amor, tal como
señalan Dubois y Caballero en su estudio de «La revolu-
ción sexual».

1 comentario:

  1. Todavía no puedo creer que no sé por dónde empezar, me llamo Juan, tengo 36 años, me diagnosticaron herpes genital, perdí toda esperanza en la vida, pero como cualquier otro seguí buscando un cura incluso en Internet y ahí es donde conocí al Dr. Ogala. No podía creerlo al principio, pero también mi conmoción después de la administración de sus medicamentos a base de hierbas. Estoy tan feliz de decir que ahora estoy curado. Necesito compartir este milagro.. experiencia, así que les digo a todos los demás con enfermedades de herpes genital, por favor, para una vida mejor y un mejor entorno, póngase en contacto con el Dr. Ogala por correo electrónico: ogalasolutiontemple@gmail.com, también puede llamar o WhatsApp +2348052394128

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