CENTRO DE DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO

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lunes, 26 de mayo de 2014

Descripción y causas del conflicto

El arte de los problemas de la pareja tradicional
se basan en una incompatibilidad sexual, pero ha de te-
nerse en cuenta que éste es sólo uno de los factores que
estudiaremos.
El conflicto sexual nace esencialmente del reconoci-
miento de la sexualidad femenina. La revolución de la
mujer ha consistido en una aceptación de sus exigencias
sociales, culturales, familiares, políticas y también sexua-
les. La mujer conquista el orgasmo o, mejor dicho, el
derecho al orgasmo. Y esto que parece tan elemental ha
exigido el esfuerzo de varias generaciones.
Carmen Sarmiento, en su libro La Mujer: Una Revolu-
ción en Marcha (Editorial Sedmay, Madrid, 1976) ha re-
sumido y citado los pasos últimos a favor de la emancipa-
ción de la mujer en‘ todos los sentidos, sin olvidar el as-
pecto sexual. La conquistadel orgasmo ha superado la
pérdida del sentido exclusivista del varón. La mujer toda-
vía sigue siendo un objeto para muchos hombres, pero
también es cierto que hay muchos hombres que son sólo
objetos. Lo que cuenta es que la mujer sólo era eso,
mientras que el hombre podía ser otra cosa. Analicemos
algunos de los puntos de la «cosificación femenina» en lo
que concierne a la dimensión sexual. Vamos a considerar
esencialmente las raíces de los conflictos sexuales que se
puedan dar en un matrimonio a consecuencia de su con-
cepción tradicional.
a) Se considera a la mujer como una niña, como a
una criatura angelical que dista mucho de ese concepto
de «perverso polimorfo>> con que Freud definía al niño.
Es decir, la concepción de la mujer como menor de edad
ni siquiera se adecua a la realidad psicológica y psicoso-
cial de la infancia; es una pura idea, mitad arquefípica y
mitad machista.
La mujer-niña debe llegar ignorante al matrimonio en
cuestión de temas sexuales, y así ha llegado hasta épocas
recientes y en algunos casos sigue llegando. Al varón le
interesa no sólo una virginidad anatómica si no mental.
Naturalmente, el varón sólo informará a su mujer de lo
que a él le interesa y cuando lo considere oportuno.
Hoy las cosas están cambiando, pero aún son muchos los
hombres que suponen que «el varón debe saber más».
En el terreno práctico se piensa que la fémina es vaso
ni mancillado ni ancillable. Consecuencia: el varón no
abusa de las capacidades eróticas de su mujer.
Y ésta a su vez espera que el marido la respete, con lo
que se cierra un círculo vicioso.
b) La doble moral: Lo que en lenguaje castizo se lla-
ma «ley del embudo». El varón encierra a su esposa en
una hornacina con siete llaves, y lo hace para salir en
busca de otras mujeres que distan mucho de ese arqueti-
po de inocencia.
Un ejemplo conocido por todos: la experiencia prema-
trimonial del hombre es considerada como algo positivo
y un alto porcentaje de mujeres así lo admiten. Pero aún
en la actualidad el hecho de que la mujer haya tenido
relaciones sexuales previas al matrimonio puede ser tan
grave que hay maridos que lo han tolerado aparentemen-
te, pero que no lo han perdonado. He aquí dos casos.
Caso clínico n. 3. El ha sido un «voyeur» empeder-
nido y lo sigue siendo. Aprovechando sus habilidades
manuales, practicaba orificios en las paredes para con-
templar a las vecinas en el acto de desvestirse; o de hacer
el amor. Se casa con una chica que había tenido relacio-
nes carnales con un novio anterior. Durante el, noviazgo
parece aceptarlo, pero no así a partir de la luna de miel:
se lo echa en cara continuamente a la esposa. Terminan
separándose.
Caso clínico n. 4. Un matrimonio llega a la consulta
presentando el problema de un hijo suyo que, a todas
luces,muestra una conducta psicopática. A los cinco mi-
nutos el marido comienza a exponer el «deshonor» de su
esposa, que había tenido relaciones sexuales con un pri-
mo suyo poco antes de la boda. La esposa le contó el
«desliz» a su marido y él lo perdonó aparentemente. Pero
a partir de la bendicíón del sacerdote, la vida conyugal
ha estado presidida por la ruin venganza de él, que se
deleitará en encarnecer a su esposa y en victimizar al hijo
que, según él, es fruto de las relaciones de ella con su
primo.
c) Se piensa que el protagonismo sexual lo debe ejer-
cer el varón. La mujer es la «muñeca de goma hinchable»
que se puede tomar y dejar. La mujer es un «tiesto-
mingitorio» para depositar semillas y evacuar necesida-
des.
El acto sexual se inicia cuando el varón quiere y no
cuando ella lo desea. El elige la postura y las caricias son
para su placer. Este protagonismo es terriblemente egoís-
ta. Se evidencia tanto en un comportamiento sexual vic-
toriano como en una sexualidad libertina. Así lo muestra
el siguiente caso:
Caso clínico n. 5. Este matrimonio practica lo que
los norteamericanos llaman el mateswapping (cambio de
parejas). Al principio a la pareja le interesaba mucho esta ex-
periencia, pero se ha dado cuenta de que el marido se
inclina más hacia el «cambio» que hacia su propia espo-
sa. Nosotros creemos que ella tiene razón. En efecto,
siempre que se presenta una oportunidad, él «arrastra» a
su mujer sin importarle si a ella le satisface no esa
experiencia. Por consiguiente, ella no se considera feliz
en su matrimonio.
El protagonismo maculino obliga a la esposa a que
acepte la sexualidad de su marido tal como es. Por ejem-
plo, muchos maridos son muy malos amantes, pero la es-
posa debe aceptar esa calderilla erótica sin rechistar y
por supuesto sin buscar una alternativa. Por eso sólo en
casos muy extremos (y es curioso que por razones egoís-
tas, casi siempre) el que padece de eyaculación precoz
acude al médico. En cambio,es habitual que el impoten-
te se angustie, ya que esto lo coloca en un bajísimo ran-
go en la escala del machismo. Pero subrayamos, lo que le
importa es la autoimagen y no la decepción de la mujer.
He aquí un ejemplo:
Caso clínico n. 6. Marido impotente desde siempre.
Esposa sensual que se consuela con otros hombres. El no
se preocupa por su problema. Afirma que «él es como a
él le da la gana ser». No han valido los consejos ni las
súplicas para que se ponga en las manos de un médico.
Ha superado, simplemente, su sentimiento de inferiori-
dad desplegando una agresividad que parece compensar a
ojos de los ignorantes su ineptitud viril en el lecho.
Naturalmente, sólo hay conflicto cuando una fuerza se
enfrenta con otra (Kurt Lewin). Por eso, a pesar de estos
tres malentendidos. los matrimonios de antaño «se soste-
nían» sobre la cuerda floja de la resignación de ella. A
esas mujeres se les pagaba su renuncia con un nimbo de
dignidad, de decencia y de venerabilidad.
Pero la revolución sexual ha supuesto un cambio en las
costumbres e ideas de muchas mujeres. Ahora no acep-
tan su papel de niñas sempiternas, la doble moral y el
protagonismo viril. El sexo, decididamente, se está vol-
viendo incómodo para esos varones que contaban con la
pasividad de la fémina. Algunos de ellos, incluso, se pa-
san con armas y bagajes a la homosexualidad.

1 comentario:

  1. Todavía no puedo creer que no sé por dónde empezar, me llamo Juan, tengo 36 años, me diagnosticaron herpes genital, perdí toda esperanza en la vida, pero como cualquier otro seguí buscando un cura incluso en Internet y ahí es donde conocí al Dr. Ogala. No podía creerlo al principio, pero también mi conmoción después de la administración de sus medicamentos a base de hierbas. Estoy tan feliz de decir que ahora estoy curado. Necesito compartir este milagro. experiencia, así que les digo a todos los demás con enfermedades de herpes genital, por favor, para una vida mejor y un mejor entorno, póngase en contacto con el Dr. Ogala por correo electrónico: ogalasolutiontemple@gmail.com, también puede llamar o WhatsApp +2348052394128

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