CENTRO DE DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO

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sábado, 26 de diciembre de 2009

CONTRIBUCION DE LA PATOLOGIA SOCIAL: ALGUNAS HUELLAS QUE ESTÁ DEJANDO LA EDUCACIÓN

A lo largo de este trabajo se han desarrollado varias teorías de lo que puede llegar a ser una nueva y renovada psicopedagogía, teorías que revolucionan los conceptos obsoletos y tradicionales del sistema educativo mexicano, el gobierno siempre nos habla de implantar una Reforma Educativa, pero siempre han resultado ineficaces en la realidad, lo vemos a diario en nuestras escuelas, en el rendimiento educativo de nuestros hijos, México tiene uno de los peores niveles educativos en el continente, ayer nos dijeron que los culpables eran los padres de los alumnos, ahora nos dicen que la falta de rendimiento es por “la mala alimentación” , mañana será tal vez la influenza, etc… pero ni los padres de familia, ni la alimentación, ni la influenza son la causa principal de la mala educación, sino que como vimos a lo largo de este trabajo las causas pueden ser históricas, culturales, ideológicas, políticas, socioculturales, pedagógicas, mientras las autoridades y políticos así mismo instituciones no tomen en cuenta todos estos factores nos estaremos engañando reforma tras reforma, presidente tras presidente.
Pueden seguir habiendo reformas a la educación pero mientras no se identifique el problema de raíz lamentablemente seguiremos adoleciendo de un sistema educativo fallido.
El objetivo de este trabajo no es cuantificar y crear falsas expectativas con fórmulas mágicas sino crear conciencia en nosotros mismos para re conceptualizar sobre el deplorable sistema educativo.
En nuestra sociedad cada uno de nosotros jugamos un papel social, unos pueden ser barrenderos, otros pueden ser taqueros, médicos, profesionales, ingenieros, docentes, patólogos, actores, artistas…etc; pero mi papel además de catedrático y psicopedagogo, ahora funciona como escritor veraz y audaz que piensa lo que muchos no piensan, dice lo que muchos no dicen, escribe lo que otros no se atreven, porque si no nos atrevemos a rebasar las cadenas invisibles alienantes, culturales y políticas no se dará el cambio genuino hacia el progreso y la estabilidad social que México necesita.
Uno de los grandes problemas que afronta México en la actualidad es que vive en una corrupción institucionalizada, que le ha impedido un desarrollo social sano, y que el lector necesita saber de esta patología que le ayudara a entender el disfuncionamiento del sistema apropiadamente, antes de que se puedan aplicar las prescripciones que he mencionado a lo largo de estas páginas.
El antropólogo mexicano Manuel Gamio nos dice que ““La política siempre ha sido el invernadero de la corrupción. Antes de que emerja la nueva política es necesario desinfectar el ambiente, demandar de los políticos credenciales legitimizadas por sanidad moral por eficiencia personal y por representatividad efectiva”, esto se puede aplicar a todos los niveles o estratos sociales no solo al político, a manera de ilustración podemos mencionar varios párrafos de Alan Riding en su libro de “Vecinos Distantes”, en los que menciona que en cierto sentido el hecho de que la corrupción siga floreciendo en cientos de formas en otros puntos de la sociedad confirma que el problema es cultural…, el poder y no la ley domina a la sociedad…, y a la honradez misma…, El problema empieza con la palabra “corrupción” misma, que inserta la costumbre en un contexto moral que muchos mexicanos no reconocen, ejemplos hay muchos como desde cuando el emperador Moctezuma trató de “comprar” con oro al dios Quetzalcóatl, como identificó a Cortés al principio, o el propio Obregón que frecuentemente se jactaba de que “No hay general que resista un cañonazo de 50 000 pesos”, así como las promesas incumplidas de varios presidente mexicanos cuando han pasado por su mandato, por ejemplo:
Ya en 1924, el general Calles asumió el poder ofreciendo la “moralización”, concepto que se ha repetido, religiosamente, en los sucesivos discursos de toma de posesión. Incluso al recibir el gobierno de Cárdenas, supuestamente honrado, en 1940, Ávila Camacho señaló: “Fortalezcamos la moral pública.”
La corrupción aumentó enormemente a finales de los años cuarenta con -Alemán, quien sin embargo había declarado que “la moralización pública” seria la norma de su gobierno y que “las obras públicas y otros contratos con el gobierno no serán privilegios de favorecidos”, así como en los años sesenta se siguieron cosechando riquezas ilícitas y en 1970 Echeverría advirtió: “Los que buscan puestos administrativos o electos entenderán que no son una manera de acumular una fortuna.” Cuando asumió el mando, añadió: “La presidencia de la República no es un botín.” Después, en 1976, tocó a López Portillo señalar que “la corrupción es un cáncer devorando nuestra sociedad” y prometer que “cualquier funcionario que engañe o robe será castigado por la ley” entre muchos otros más ejemplos, pero para no salirnos de nuestro enfoque pedagógico terminare este párrafo con esta metáfora: Un campesino esta acostumbrado a oler el estiércol de los animales de tal manera que le resulta indiferente, así la sociedad mexicana se ha acostumbrado a vivir en la corrupción y también le resulta indiferente¡?, todos estos factores mencionados sujetan a la sociedad de los pies y le impiden avanzar en los cambios genuinos educativos, sociales y económicos; hasta que no nos liberemos de estas patologías, la sociedad mexicana sufrirá y vivirá en el estancamiento cultural, educativo, social, económico, político y moral.
Los intelectuales normalmente en diferentes sociedades subdesarrolladas desempeñan un papel importante en la contribución de un cambio social, pero en México se presentan otras peculiaridades que resultan patógenas en el desarrollo social.
Los intelectuales probablemente sean la élite más privilegiada de México. Académicos, escritores, pintores y músicos de escaso renombre heredan el derecho —aun la obligación— de tomar parte en la política, y el gobierno promueve su fama, financia sus actividades culturales y tolera su disidencia política, prefiriendo el precio que ha de pagar por apaciguar o captar a los intelectuales que el de los peligros que implica ignorarlos o alienarlos.
Estos factores combinados con una inmoralidad dominante en la sociedad impiden el crecimiento de una sociedad que pretendemos sea sana; detiene el progreso global de la sociedad.
La ética es considerada como una ciencia práctica y normativa que estudia el comportamiento de los hombres, que conviven socialmente bajo una serie de normas que le permiten ordenar sus actuaciones y que el mismo grupo social ha establecidio. O según Shweitzer (citado por Jkujawa,La ética en el contexto educativo)señala que la ética es el nombre que le damos a nuestro interés por la buena conducta. Sentims la obligación de considerar no solamente nuestro bienestar propio, sino también el de los demás y el de toda la sociedad humana como un todo.
Lo ético implica responsabilizarse por el destino de sí mismo y de los otros. (Este camino reflexivo que desarrolle enseguida refleje en un gran medida el gran trabajo y el conocimiento profundo por un eminente escritor Peña K. Saúl, que elaboró sobre las patologías morales). Los valores proponen una ética del mundo interno que conduce a la salud mental. Reconocer errores es señal de que el individuo posee principios éticos en una perspectiva yoica y no superyoica, reflexiva y no impositiva.
La causa de los conflictos psicopatológicos de grupo es de hostilidad, prejuicios e imágenes estereotipadas; el fanatismo y el fundamentalismo. La interacción entre los factores psicológicos y sociales generan problemas económicos y políticos entre grupos y viceversa, que pueden ser clasificados como explotadores, competitivos, fusionados, etc.
La política marca significativamente la realidad psíquica de quienes sufren colectiva e individualmente las lesiones emocionales que ha dejado la perversidad de gobiernos dictatoriales, seudo democráticos y la Instalación de una violencia generalizada que, como el inconsciente no tiene tiempo, se mantiene vigente y actual, personal y colectivamente, a través de las internalizaciones que hacemos en nuestra mente y en nuestra realidad psíquica interna.
El poder y la política mal concebida y aplicada pueden conducir a una sociedad a extremos nunca imaginados de deterioro en todos los planos de la vida y organizar un alto grado de sufrimiento para la mayoría de los ciudadanos. La política debería ser por el contrario un mundo de valores y tradiciones compartidas al servicio del bien común, sin violencia y con exigencias éticas para los líderes que deberían estar profundamente comprometidos en el destino de la colectividad. Se debe construir ideologías pero nunca de falsa conciencia. La ética debe ser un componente fundamental en el desempeño político y en el ejercicio del poder.
Quien corrompe pone en peligro la cultura, la ética y la integridad de su entorno social. En la sociedad corrupta se impone lo material a lo intelectual; una sobrevaloración de lo económico, una filosofía nociva de considerar al dinero, las influencias, las coimas, la mal llamada viveza criolla y la política de los fines justifican los medios como los valores primordiales de la vida. Los corruptos, dándose cuenta o no, viven en una pobreza ética, afectiva y emocional, apropiándose de todo lo posible, incluyendo personas.
Al reflexionar sobre la corrupción me interesa develar lo oculto en ella la interioridad penosa y lamentable de la falta de ética y la pérdida de valores. Cuando hablo de ideología inconsciente quiero trasmitir que se va desarrollando en nuestra interioridad desde nuestras primeras experiencias vitales en relación con nosotros mismos, con nuestros padres con la otredad y con la sociedad, una ideología sustentada real y simbólicamente en la vida, en los valores superiores, en los derechos humanos, en la integridad y en la dignidad. Y por otro lado, una ideología de muerte, una psicopatía de valores que debilita el sentido de identidad y de otredad y que representa una amenaza a la moral, la ética, la calidad de vida y la supervivencia del ser humano. Hay quienes circunscriben la corrupción al sector público, lo cual es erróneo. Consideran la corrupción como la exclusiva de un cargo público en beneficio privado, por ejemplo nepotismo. El sentido más usual del término esta vinculado al pago de dinero a un funcionario para que este actúe contraviniendo el espíritu o la letra de la ley. La fuente esencial parece ser el dinero como el valor primordial lamentable de la existencia.
La justicia en su esencia es justa, pero en el sistema judicial se evidencia, sin generalizar, la fuerza de trastocar la ley como vemos cotidianamente y como lo hemos visto durante años. Esto indica que es necesario reformar el sistema para evitar que se promueva o facilite la corrupción.
¿Cómo se inicia este proceso? Real y simbólicamente, el cambio de la madre se extiende a personas e instituciones; esto es el proceso de socialización con énfasis de formar una personalidad creativa, innovadora y sana contra la socialización pasiva, sumisa, y corrupta que interactúan en la sociedad. Si estas van a satisfacer necesidades afectivas, emocionales, culturales y axiológicas en el proceso de relacionabilidad y educación, darán confianza, seguridad y certidumbre interna y externa. Se entiende la educación no solo como instrucción con predominio intelectual, si no como una interacción del afecto, la emoción y la actitud con lo cognitivo. La madre suficientemente buena estará fortaleciendo los cimientos primigenios. Lo mismo podemos decir de cada una de las personas, instituciones y valores que forman parte de la educación y el desarrollo integral, si son dirigidos y cultivados con fines creativos o, por el contrario con fines corruptos conscientes o inconscientes. La corrupción tiene que ver con nuestra historia (por ejemplo, Irán, Guatemala, Pakistán, E.U.A., México) vincular primigenia, es decir con aspectos corruptogéneos maternos, paternos, de la pareja, familiares, educativos, laborales, sociales, culturales, religiosos, políticos, económicos ideológicos etc. Con la internalización de la representación de las imágenes, las experiencias traumáticas acumulativas de la privación y carencia; de castigos, maltratos, componentes sádicos, desafectivos, indiferentes, congelados, que van a estimular nuestras potencialidades destructivas, y solo por contra identificación, las creativas o una mixtura de ellas. ¿Cuáles han sido las experiencias con estas figuras a través de su desarrollo frente a su estima personal, a su psiquis, a su cuerpo, a su estética, a su cariño con polaridades dirigidas hacia lo positivo y lo negativo?
Y si se ha alcanzado una independencia genuina, luego de vivir una dependencia saludable, autonomía, diferenciación y separación interna suficientemente buena, legítima, auténtica, o no. ¿Qué importancia ha jugado lo económico y lo material, y cuán provisto ha estado de una armonía psicoeconómica o no? En México, la pobreza y la miseria no sólo material si no espiritual es enorme, generándose una abismal diferencia entre el que tiene todos estos beneficios y el que no los tiene.
Es muy grande el porcentaje de analfabetos y desnutridos afectiva y culturalmente. Podemos considerar en gran medida en la población menos favorecida una sociedad sin padre y un medio familiar lleno de conflictos y abusos que se incorporan al inconsciente individual y colectivo de gran número de mexicanos. Con madres que no pueden cumplir su función materna, desprovistas de la protección del cariño del hombre y del padre, expuestas a la imposibilidad de proteger a sus hijos de elementos que pueden conducirlos a la corrupción temprana, prostitución, robo, narcotráfico y elementos nocivos y delictivos, exponiéndose ellas mismas para obtener lo mínimo indispensable para sobrevivir.
En clase media y la económicamente alta, de poderes indiscutibles, no están excluidas en absoluto, a pesar de sus privilegios, de caer en la corrupción. Algunos siguen perpetuando e incrementando su bonanza en desmedro de otros; tienen vinculación con miembros de la cúpula del poder y de la burguesía, que sin embargo pareciera identificarse con una ideología autoritarita. Felizmente no todos los miembros de estas instituciones se ven seducidos por la corrupción.
La historia es muy importante. Somos un país, como decía un amigo mío, no subdesarrollado, sino “regresionado”. Sin idealizar, la civilización maya había florecido en forma artística cultural sorprendente, enfrentándose a situaciones inevitables como son las rivalidades y las competencias en búsqueda del poder. Pero frente a la conquista genocida y a la inquisición que iba en contra de la propia ideología cristiana ya que la cruz y la espada eran símbolos paralelos, se vivieron situaciones de humillación, sometimiento, esclavitud, que generaron un cúmulo de agresión destructiva y de identificación con el agresor.
En medicina, en psiquiatría y en psicoanálisis se consideran los antecedentes: factores pre disponentes que corresponden a la herencia y a la constitución. Factores determinantes, aspectos perturbadores que se manifiestan desde antes del nacimiento hasta el presente: aspectos patoplásticos y que en nuestro caso serían aquellos provenientes del estado previo a la conquista, durante esta, el virreinato y la república. Ya nos hemos referido a la conquista sangrienta, a los malos gobernantes elegidos por el pueblo, muchas veces con intentos de fraude en las elecciones. Estos, para mantenerse utilizaban ascensos, sobornos o amedrentamientos. Felizmente hay excepciones relevantes.
La violencia política de la ley perversa y corrupta de un sistema dictatorial hiere no solamente el cuerpo y el alma sino el sentimiento de pertenencia a la especie humana.
El traumatismo histórico, sus efectos en el psiquismo y la cultura del crimen, la tortura y la corrupción pertenecen a una patología del lazo social. Es obligación nuestra hacer escuchar a la sociedad y a la humanidad lo que no esta dispuesta a escuchar y no quiere creer!
Es indispensable tratar de restituir el principio de justicia y el buen nombre de México en una cultura de libertad y responsabilidad. Hay un número considerable que cree que el poder hace al hombre y no el hombre al poder. Estos gobiernos son generadores de desconfianza, ilegitimidad y desvergüenza, extendiéndose a todos los estamentos. Su debilidad, minusvalía e inferioridad explican su necesidad de aferrarse a un poder destructivo porque gran parte de ellos se sienten minúsculos sin él.
No podemos, sin embargo llegar a generalizaciones ni a conclusiones absolutistas, conviccionales y sectarias, nuestra percepción de la realidad no va a ser neutral. Reconocer esto nos conduce a un intento de neutralidad posible aunque no ideal. Indispensable para fundar el respeto de la otredad, para sentar las bases de una sociedad en la que los mayores valores sean la libertad y el respeto por el otro.
En México, desde sus inicios hasta la actualidad, las causas de la aparición de expresiones perturbadoras internas y actuadas son la injusticia, la diferencia y la disparidad tan grandes existentes, las cuales históricamente han ido en desmedro de grandes sectores de la población nacional. La corrupción no se limita a nuestro país, hay similitudes y diferencias con otros.
La violencia colectiva es expresión de desesperación, de necesidad de descarga de un contenido perturbador internalizado proveniente de una realidad externa degradante, decadente e injusta que lamentablemente también conduce a veces al fanatismo, la confusión y pérdida.
El desorden y la patología mental no conocen límites de continente o color; es importante que cada país brinde su contribución para prevenir y abordar esta clase de trastornos. Lo primordial es defender la salud mental. Quizá lo más significativo es el cambio en la actitud de la población en general en una nueva mentalidad de comprensión.
La pérdida de la salud mental es causa de grandes problemas de la sociedad y de mucho sufrimiento para los individuos. La prevención es siempre mejor que la cura, es decir la operación utilizando campañas de salud y brindando el conocimiento a los padres sobre el cuidado de los niños, al beneficio de la maternidad y paternidad, a las parejas y a las escuelas.
Lo indispensable para el cambio es una mejora en la educación desde lo mas temprano, que llegue al máximo de posibilidades de tal forma que no existan analfabetos en el país y se dé una educación creativa al mayor número de persona, no solamente de niños sino de adultos, con valores éticos consistentes inquebrantables. También es ver cómo se protege a la familia en términos de su salud mental, que traduce una ética mínima indispensable y brindar la posibilidad de trabajo, tratando de eliminar el desempleo y subempleo. Darle un predomino cultural a la televisión y a los medios de comunicación masivos, contra un deterioro fraudulento y utilitario de programas que expresan, no solamente estupidez sino desvergüenza. Restituir valores como la libertad, la independencia, la responsabilidad, la autonomía, la otredad, la autenticidad, el amor, firmeza de valores y la integridad. No se puede entrar en un relajo y en una hipocresía de seudo bondad, que en el fondo sea una perpetuación de arreglos y acomodos vergonzosos, es decir, no se puede permitir la impunidad ni el olvido, bajo el pretexto de una unión de los mexicanos, ya que esta no sería tal sino más bien un acomodo hipócrita y falso para seguir perpetuando lo previo, no con el propósito de venganza o caza de brujas.
Hay que utilizar todos los antibióticos síquicos y cívicos potentes para curar esta complicidad con la corruptela y el peligro de su adicción. La argucia de que todos somos responsables de la corrupción intenta cambiar un problema penal en seudo sociológico y cultural, exculpando éticamente a los depredadores del país y de los pobres. Es indispensable, y no por razones utilitarias, demagógicas y electorales, ocuparse de verdad, comprometida, consistente y continuamente de superar la miseria en nuestro país y de esa manera brindar los requerimientos indispensables económicos.

Por todo lo escrito anteriormente estoy convencido de que esta obra invitara a la reflexión del profesor sobre su propia practica educativa, favorecerá la acción de los equipos de conducción hacia el logro de una mejor calidad educativa permitirá al educador racionalizar los recursos didácticos en función de mas y mejores aprendizajes para los alumnos, y permitirá un conocimiento mas acabado del perfil evolutivo del niño, adolescente y estudiantes universitarios en sus aspectos intelectual, psicosocial y moral.

Estimulará al docente en la concreción de sus objetivos educativos y motivará, en su futuro ejercicio profesional, a los aspirantes de la carrera magisterial, pues se convertirá no sólo en una fuente de formación e información o herramienta de trabajo, sino también en un aliado permanente a la hora de enseñar.

Es necesario tomar conciencia de que estos padecimientos letales no deben desanimarnos o conducirnos a adoptar actitudes y posiciones pesimistas, derrotistas y frustrantes, que no nos permiten pensar en la posibilidad de procurarse enfrentar investigar, identificar, diagnosticar, operar y curar las patologías vivas y destructivas mencionadas (sociales, culturales y morales), que directamente afectan a la educación y al comportamiento humano en nuestra sociedad, que nos impiden una transformación profunda y verdadera.

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