![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgW-SQIVnRuz62muzLZIimp4aNmGkDmqvs2DfPXfKLemkY-LLPtKtwSYrWoBeUUtLUrem6jBR6j6K18RMIHguazzAB4fZXvBN1Xd7GB3ziOJu_LNOu1er14gCX2CRQuax_SgI4IafxUB0p6/s320/20080413klplylliu_7_Ies_SCO.jpg)
Sólo la desgracia se puede esperar cuando un ciego guía a otro ciego. Esta parábola de la Biblia es la que ilustra Brueghel en este cuadro. Una hilera de ciegos, grotescos, ridículos, se siguen unos a otros, con los ojos secos y las cabezas en alto. El primero, el jefe, ya ha caído al río, mientras el segundo está a punto de seguirlo. La ceguera humana a la que se refiere Brueghel es de naturaleza moral y no espera nada bueno de los demás. Es una visión crítica, burlesca…(continua).
No hay comentarios:
Publicar un comentario